En una conversación con Cristián Albornoz, recordamos el nacimiento de Akzio e intentamos sintetizar su existencia hasta el día de hoy y transmitirles un mensaje.
No hablaré de BITS, BYTES ni QBITS, no hablaré de COBOL ni de Visual Basic, PowerBuilder ni de JAVA, ni de Sistema IBM 390, AS/400 ni de máquinas RISK o SUN, tampoco de UNIX ni de la nube, tampoco hablaré de metodologías de desarrollo o casos de prueba ni pruebas técnicas o funcionales.
Hablaré desde el lado humano de Akzio.
El viaje comenzó con 2 personas y una visión común, crear una empresa informática donde prevaleciera hacer lo correcto, actuar bien, de buena fe y dar siempre lo mejor de nosotros, dicho de otra manera, una empresa reconocida por un gran equipo humano y profesional que entrega servicios y soluciones de excelencia, y algo muy difícil fue bautizar el viaje que terminó llamándose AKZIO (¿Cómo llegamos a este nombre?, esa es otra historia). Luego se incorporaron dos fieles acompañantes: 2 notebook Toshiba satélite, pentium inside.
Nuestra primera oficina, fueron nuestras casas, la calle y varios cafés del centro de Santiago, con el apoyo de la familia y los amigos. Increíble como todo va y vuelve, nuevamente estamos en nuestras casas, solo nos falta empezar a ir nuevamente a los cafés del centro. Luego, “allegados” por una módica suma, en un cálido estudio de abogados en calle Agustinas, hicimos nuestro primer trabajo y emitimos nuestra primera factura. Contratamos al tercer Akziano Jorge Aramayo, a quien recordamos con especial cariño y nostalgia. Nuestro primer servicio de Staffing, un pequeño fracaso y un gran aprendizaje (esa también es otra historia).
Comenzaron entonces a forjarse los valores de Akzio, no por escrito en una política, sino que haciéndonos cada vez más conscientes de cual era nuestra esencia.
Después fuimos creciendo y nos movimos por dos direcciones de calle Huérfanos y terminamos el año 2007 con nuestra actual oficina en calle San Antonio (así Akzio pasó su primera infancia). Ha pasado mucha agua bajo el puente, hemos tenido éxitos, aciertos y desaciertos y de los fracasos hemos aprendido y nos hemos fortalecido, hemos pasado tiempos tranquilos y tiempos complejos. Ni hablar de los años 2020 y 2021. También muchas personas han pasado, dejando su huella y aporte, por quienes sentimos mucha gratitud.
Hoy veinte años después, Akzio es una empresa “adulta menor” y nos sentimos orgullosos de mantener esa esencia original –¿recuerdan?– Hacer lo correcto, actuar bien, de buena fe y dar siempre lo mejor de nosotros, claro que ahora ya contamos con políticas y procesos que nos permiten asegurar que siempre prevalezca nuestra cultura, la cual se funda en los principios que quisimos plasmar en unos valores para Akzio: la pasión, la responsabilidad, la colaboración, la integridad y la excelencia. Todos estos valores se relacionan, se fusionan, generando así nuestra cultura.
Me gustaría centrarme en la responsabilidad la que sin duda ha sido un pilar fundamental para estar celebrando hoy, 20 años de este viaje que se llama Akzio.
La responsabilidad la entendemos en tres dimensiones que coexisten: la responsabilidad de la empresa con las personas (valorar y respetar lo humano, a colaboradores, clientes, proveedores y a la sociedad), por otra parte, la responsabilidad de Akzianos/as con nuestros clientes (respetar y cumplir con los servicios comprometidos) y la responsabilidad de Akzianos/as con Akzio, con su cultura y con sus metas (valorar y respetar sus valores, políticas, procedimientos y metas).
Este valor manifestado en sus tres dimensiones nos ha transportado hasta esta estación del viaje, a este momento presente. Akzio es un viaje con mucho sentido. Nos ocupa nuestro negocio sin dejar de poner a las personas en el centro.
Los invitamos a continuar el viaje con este gran equipo humano y profesional, hacia las próximas estaciones, que tienen como principal desafío, ampliar la cartera de clientes y el desarrollo de nuevos servicios.
Agradecemos a todos nuestros colaboradores y clientes que hacen cada día posible que la compañía crezca, trascienda e impacte positivamente cada vez más a nuestra sociedad desde este rincón del planeta.
«Vamos por más”
