Por primera vez la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) incluyó en su estudio Infraestructura Crítica para el Desarrollo (ICD) el sector de las telecomunicaciones. De hecho, lo posicionó en la misma categoría de la energía y el agua, «que son las bases que tendría que tener cualquier país de ingreso medio -alto para desarrollarse», explica Marcela Ruiz-Tagle, sub-gerente de estudios de la Cámara.
Proyecciones
El informe además de hacer una panorámica del sector, recogió las metas establecidas en la Agenda Digital 2020 y el Plan Nacional de Infraestructura de Telecomunicaciones anunciadas por el gobierno a fines del año pasado, las cuales establecen, entre otras cosas, que al 2020 Chile debería pasar del 42% de penetración de banda ancha fija (al cierre de 2015) al 90% y pasar de los 18 mil kilómetros de fibra óptica troncal actuales a los 45 mil kilómetros.
Roberto Gurovich, director ejecutivo de la consultora especializada en telecomunicaciones G&A y coautor de este capítulo del ICD, señala que para desarrollar lo que Chile requiere y cumplir con las metas expuestas y, además, para llegar al promedio de desarrollo de la OCDE en este sector se necesita un mayor ritmo de inversión. «Si miramos el déficit parados en el 2015 hay prácticamente US$2.000 millones que debieran haberse invertido y no se hizo. Al 2020 hay que poner US10 mil millones más y al 2025 US$13 mil millones más». Es decir para cumplir con los objetivos de la Agenda Digital se necesitan US$12 mil millones y «en total para llegar al 2025 con un estándar OCDE se requieren US$26 mil millones de los cuales más o menos la mitad tiene que ver con equipamiento centrales, sistemas de comunicación, equipamientos de centrales, red de accesos, entre otros», dice Gurovich.
En esa línea, Javier Hurtado, gerente de estudios de la CChC explica que además de las inversiones o, más bien, para que efectivamente se destinen estos recursos se requiere de una regulación y estabilidad que logren estimular las inversiones del sector privado. Si bien el sector de telecomunicaciones ha invertido cerca de US$19 mil millones en los últimos 10 años, la explosión de los servicios de datos y la mayor necesidad de conectividad, implican abordar el desarrollo de las telecomunicaciones de una manera más global para cerrar la brecha digital en el país.
Por qué importa
Gurovich también explica que si se proyecta que la industria de telecomunicaciones seguirá invirtiendo al mismo que lo ha hecho hasta ahora, «entre 2016 y 2020 van a invertir cerca de US$9 mil millones y al 2025 unos US$10 mil millones, o sea no tenemos por donde sacar desde la industria US$6 mil millones de dólares y que tienen que salir de alguna parte» y agrega que «esto es algo muy grave, significa que le ponemos el freno de mano al desarrollo económico del país, porque el desarrollo pasa por los bits». Y para lograrlo, enfatiza, se requiere facilitar la inversión. Por otro lado, el informe, en sus conclusiones, señala que será indispensable contar con fondos públicos para el desarrollo de las redes en sectores de baja densidad poblacional y que, además, es necesario coordinar acciones que permitan facilitar el despliegue de infraestructura, tanto de las obras públicas como de las estructuras inmobiliarias, «que permitan un acceso competitivo a la ubicación de los demandantes».
En este último punto cobra importancia la obtención de permisos municipales para el despliegue de antenas para la red móvil, pues en algunos municipios las restricciones y demoras generan déficit en el servicio o una degradación de la calidad.
Fuente: Diario Financiero